Durante siglos, las personas han acudido a los Cristales Madre para recibir su bendición: el abundante éter que alimenta la magia que usan en su vida cotidiana. Sin embargo, a medida que el éter comienza a desaparecer y las tierras sombrías se propagan aún más, la lucha por poseer los últimos vestigios de la bendición de los cristales se vuelve cada vez más feroz. Aun así, en medio de la tormenta en ciernes, hay quienes creen que el legado de los cristales ha forjado el destino de la humanidad durante demasiado tiempo.